miércoles, 26 de noviembre de 2008

El CRAI y el Eurocrédito

No tenemos que decir si quiera que las bibliotecas han cambiado más en los últimos veinte años que en toda su historia. Cuando hace veinte años (y hasta hace muy poco) se hablaba de las fichas de ubicación, ahora hablamos de catálogos on line. Al fin y al cabo son dos formas para saber dónde están los libros sin embargo el catalogo on line nos ahorra sobre todo tiempo y estamos en una sociedad en la que el tiempo es oro.
Sin embargo no nos podemos olvidar que la biblioteca universitaria es la herramienta fundamental para el estudiante/investigador universitario; de modo que obligatoriamente debemos hacernos una reflexión. ¿Por qué cambia el estilo de biblioteca universitaria? ¿Por qué el objetivo es el CRAI y no otro modelo? En primer lugar, lo que cambia no es la biblioteca es la universidad y como consecuencia cambian todas sus herramientas de aprendizaje y la biblioteca es una de ellas.
Por otra parte, ya no tenemos la vieja universidad estática en la que el profesor/doctor explicaba su asignatura mediante clases-conferencia y había un examen cada cuatro meses. Este sistema de aprendizaje demandaba una biblioteca universitaria estática cuyo fin era un depósito de documentos y sus profesionales dedicaban su trabajo al catálogo de documentos y préstamo de los mismos. El sistema de aprendizaje impartido por el doctor demandaba al alumno al estudio de un manual y a la lectura de una o dos monografías. El resto de la biblioteca (e incluso las clases) ya le sobraba al alumno.
En cambio ahora el eurocrédito obliga a cambiar a la universidad. Ahora tanto el profesor/doctor como el alumno empiezan el curso y el fin de ambos es la búsqueda del conocimiento mediante el trabajo y el diálogo entre ambos. Este tipo de método de aprendizaje implica una actividad continua por parte del alumno a consultar obras de referencia, manuales, la lectura de alguna monografía, hacer trabajos enlazando programas informáticos y el conocimiento adquirido mediante fuentes bibliográficas... Aquí podemos ver que el alumno tiene una actividad plena y la herramienta fundamental del alumno universitario es la biblioteca universitaria. En este caso el alumno necesita una biblioteca dinámica en la que poder hacer trabajos en grupo, usar sistemas informáticos para hacer trabajos o para el e-learning, usar/consultar manuales o monografías, imprimir esos trabajos, cafetería para quedar y descansar... La función principal de la biblioteca es ofrecer a los usuarios los servicios que éstos demandan, por lo que ahora mismo tenemos que construir una biblioteca que tenga todos estos recursos, y esa biblioteca es el CRAI. De la biblioteca estática del principio a una biblioteca completamente dinámica el cambio es enorme, pero nuestra obligación cambiar en favor de la demanda de los usuarios.

Una vez dicho hecho, quiero denunciar desde aquí lo que se ha hecho con la nueva biblioteca de derecho de la universidad de Sevilla. Evidentemente el/los responsables de ejecución no han pensado en el marco que se mueve la universidad española (integrado en el marco europeo) y tampoco se ha tenido en cuenta esta nueva manera de trabajar por parte del profesorado y del alumnado. Evidentemente los perjudicados aquí son siempre los mismos. En primer lugar los bibliotecarios y profesionales de la biblioteca que tendrán que adapatarla como puedan y por supuesto los alumnos.

Por último, a continuación he dejado un video de los compañeros de la universidad Pompeu Fabra de Barcelona donde nos introducen en el CRAI. Espero que os sea de ayuda.

http://bibliotecnica.upc.es/Rebiun/nova/estrategico/Documentos/CRAI/index.htm


Matizar en el nuevo modelo de biblioteca, las bibliotecas de ciencias aplicadas como arquitectura o ingeniería donde ese tipo de bibliotecas nunca han sido estáticas.

martes, 18 de noviembre de 2008

Bibliotecas Públicas y Bibliotecas Móviles.

Si tuviéramos que resumir la biblioteca pública en una palabra, ésta sería la palabra cambio. Antes, aunque no hace mucho tiempo, se podría decir que la biblioteca era un depósito de libros en los que se limitaba a ser un transmisor de la cultura. Se puede decir que el cambio es un cambio físico (el futuro de la biblioteca es convertirse en CRAI), personal (el personal tiene que ser continuamente formado debido a los cambios continuos en las tecnologías y también el cambio en las tareas del personal ahora dedicado más a la alfabetización informacional del ciudadano) y de la colección (aparece la colección digital). La biblioteca hoy no sólo sirve como depósito de documentos sino también tiene como función, entre otras, la de romper la brecha digital educando a los ciudadanos; además de otras funciones como el de animación a la lectura, difusión de la cultura o la tarea de servir como fuente de información.
Una de las formas que tiene la biblioteca pública para llegar al ciudadano son las bibliotecas móviles. En nuestra sociedad occidental, con las bibliotecas móviles (más conocida con el nombre de bibliobuses) se puede formar, educar, informar y ayudar al ciudadano pero para que a éste le sea más comodo el acceso a la cultura. Sin embargo, en el resto del mundo, las bibliotecas móviles sirven como biblioteca en si y su función princial es el de alfabetizar de forma literal a la población. He aquí un ejemplo de una biblioteca móvil en Etiopía, más conocida como biblioburro:




Volviendo a nuestra sociedad; aunque los bibliobuses puedan parecer un invento del siglo XXI, la verdad es que se usan desde el siglo XIX en Estados Unidos (bookwagons).



En cuanto a España, en 1931 y con las primeras políticas de secularización de la educación de la II República, se crearon las bibliotecas circulantes :

"Otra de las medidas que emprendió el gobierno de la república fue la creación de bibliotecas circulantes; o sea, de una sección en todas aquellas bibliotecas que dependieran del Ministerio de Instrucción Pública, agosto de 1931 (decreto del día 22). Con esta medida se posibilitaba el acceso a la lectura en todas aquellas zonas rurales que carecían de biblioteca y de medios económicos y culturales para la compra de libros." San Segundo Manuel, R. "La actividad bibliotecaria durante la Segunda República española" (pág. 3).

Por último decir que la biblioteca pública tiene que darle al ciudadano lo que éste demande (formación, educación, documentos...) en donde le centro de todo proceso sea el mismo ciudadano/usuario. Lo que no se puede hacer es una biblioteca pública sin ciudadanos/usuarios. Si los usuarios de una población la solución no es cerrar la biblioteca sino cambiar el enfoque de la misma. Esta será la única forma de la que una biblioteca sea un lugar demandado y ser útil para la sociedad.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Visita Bibliotecaria: El Proceso Técnico en la Biblioteca de la Olavide.

El 29 de Noviembre de 2008, la clase de biblioteconomía fue una visita a la biblioteca de la Universidad Pablo de Olavide. En esta visita vimos básicamente el proceso técnico de la biblioteca.
En este proceso técnico, los profesores piden libros, revistas, documentos electrónicos... Los bibliotecarios piden estos documentos a modo de adquisiones usando una base de datos (el bibliotecario nos dice que el más usado es el "Millenium")para pedir a los provehedores. Una vez que llega el libro, se sella, se pone el código de barras y tb se le coloca el sistema antihurto.
Una vez terminado, la siguiente operación es catalogar el libro. Descripción formal (forma física), descripción del contenido e identificación del ejemplar: se usa la CDU y reglas de catalogación para colocarle signatura topográfica.
Con las revistas el tratamiento es más complejo. Además del proceso técnico descrito anteriormente, el ordenador avisa para cuando se esperan el próximo volumen.
He aquí el proceso técnico y hasta aquí duró la visita. La persona que haya llegado hasta aquí leyendo la entrada seguramente le parecerá aburrido y mecánico el proceso técnico. La verdad que una vez descrito el proceso, éste parece más el proceso técnico de una fábrica de principios del siglo XX que el de una biblioteca del siglo XXI, y éste es un problema para la biblioteca. Los procesos técnicos son demasiado mecánicos para que los haga una persona. Se necesita demasiado tiempo para catalogar un documento y ese mismo tiempo se puede invertir para formación o innovación bibliotecaria, o bien para que el bibliotecario esté más en contacto con el usuario. De esta manera se sabría más a menudo cuáles son las fortalezas y las debilidades de nuestra biblioteca. Aumentar la productividad en las bibliotecas universitarias será la tarea del bibliotecario del futuro.